Internet ofrece multitud de posibilidades de acceso a información audiovisual, conocimientos digitales, aprendizaje colaborativo, comunicación con amigos, personas de otras culturas, entre otras cosas.
Actualmente los teléfonos móviles, con el acceso a Internet, permiten tener mayor autonomía y organizar las relaciones y actividades de una manera más ágil.
Además, los videojuegos pueden desarrollar muchas capacidades: coordinación psicomotora, orientación especial, coordinación espacio-temporal, aprendizaje de nuevos idiomas, etc.
Todo esto puede mejorar y fomentar los conocimientos de los jóvenes tecnológicos ya que actualmente vemos jóvenes en edades muy tempranas usando las nuevas tecnologías pero estas también suponen riesgos importantes. Algunos de ellos son:
- Uso abusivo de las nuevas tecnologías que en multitud de ocasiones pueden suponer dependencia, trastornos físicos (obesidad, problemas visuales), trastornos psicológicos (aislamiento extremo, desarrollo deficitario de habilidades sociales, dependencia).
- Uso delictivo que hace referencia a las ocasiones en las que se realiza una actuación penada por la ley. Puede ser algo tan sencillo como atentar contra la privacidad de alguien.
Otros riesgos importantes serían:
- Riesgos por contenidos: tanto legales como ilegales.
- Riesgos por contactos: personas que no conocemos y que pueden resultar peligrosas.
- Riesgos por comercio: estafas.
Para proteger a nuestros menores de todos estos riesgos, la principal labor es limitar el uso de las tecnologías, es decir, controlar la cantidad y el momento de uso. También es una buena idea acompañar y permanecer alerta a lo que hace el menor, asegurar la ausencia de virus u otros programas maliciosos, controlar que les proporcionamos y cómo lo hacemos, entre otras cosas.
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